Colombia logra histórica cooperación internacional en cumbre mundial de cambio climático (COP 21)

Cerca de 300 millones de dólares recibirá el país para invertir en proyectos de deforestación y luchar contra el cambio climático en Colombia

En el marco de la cumbre mundial sobre el cambio climático que se celebra en París,  el gobierno del Presidente, Juan Manuel Santos,  han alcanzado importantes logros, entre ellos una innovadora alianza  con Noruega, Alemania y el Reino Unido que le permitirá a Colombia recibir cerca de 300 millones de dólares para invertir en planes de mitigación y adaptación al cambio climático.

Es la primera vez que el país recibe un monto de esta magnitud  y que se constituye un apalancamiento clave para la consecución de la meta de reducción del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero a 2030, el compromiso internacional de llevar a cero la deforestación neta en la Amazonía colombiana en el 2020 y el objetivo del nuevo Plan Nacional de Desarrollo de reducir la deforestación a nivel nacional.

El Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Gabriel Vallejo López, consideró que “con estos logros Colombia se convierte en un actor clave en el propósito de evitar el incremento de la temperatura media global a niveles peligrosos para la supervivencia de la humanidad”.

 Se firmaron dos acuerdos por un monto de hasta 300 millones de dólares que funcionan bajo el esquema de pagos por resultados. Esto quiere decir que Colombia irá recibiendo pagos en la medida en que demuestre reducciones en la deforestación y avances en la implementación de políticas estratégicas para contrarrestar esta problemática, que es una de las fuentes más importantes de gases de efecto invernadero en el país.

De este global, hay un primer acuerdo por 200 millones de dólares, que tiene cobertura nacional y un periodo de implementación que va desde 2016 a 2020. El segundo acuerdo se enfoca en la implementación de Visión Amazonía, una estrategia para fomentar el desarrollo sostenible y libre de deforestación en esta región, y está respaldado por un compromiso de hasta 100 millones de dólares.

Estos recursos financiarán acciones en cinco frentes: i) reconversión productiva y eficiencia en los sectores que causan deforestación, ii) fortalecimiento de la capacidad del país para manejar y usar sus bosques de manera sostenible, iii) gobernanza ambiental en territorios étnicos, iv) control a la ilegalidad y fomento a la legalidad en el aprovechamiento del bosque y v) monitoreo robusto y oportuno de los bosques del país. 

También,  el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Gabriel Vallejo López, presentó esta semana  el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% proyectadas a 2030, durante la celebración del evento “Colombia enfrenta el cambio climático: bosques, agricultura y usos de la tierra en su visión de crecimiento sostenible.

Durante el mismo, se presentaron los compromisos de mitigación y adaptación y enfoque del país en el sector del uso del suelo como parte del iNDC, así como el progreso en iniciativas con Visión Amazonía y la estrategia nacional REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de bosques) y sus vínculos y retos en sectores agropecuario, silvopastoril y forestal.

También el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia,  participó esta semana en el foro Delta Coalition (coalición de los Deltas)  junto con otros países latinoamericanos que lideran procesos de restauración y que pretenden trabajar mancomunadamante en posicionar a los Deltas urbanos en la agenda mundial, facilitar su desarrollo, generar  disponibilidad e intercambio de conocimiento sobre deltas,  promover prácticas para incrementar la resiliencia de los deltas urbanos e inversiones  en gestión sostenible de estos.

De esta manera, el Gobierno de Colombia ha mostrado ante el mundo su compromiso con el desarrollo sostenible, con planes de adaptación y metas de mitigación ambiciosas que buscan generar transformaciones en su modelo de desarrollo, sin perjudicar el crecimiento económico ni desviar esfuerzos relativos frente a prioridades nacionales, tales como la superación de la pobreza o el post conflicto.